prensa virtual

Más de 15 mil turistas nacionales y extranjeros visitaron la ciudad de Cajamarca durante la tradicional fiesta de carnavales que concluyó en la víspera, informaron hoy fuentes locales.
Olinda Montoya Chávez, directora regional de Turismo, señaló que la cifra corresponde a los reportes de hoteles, agencias de viaje y principales sitios turísticos visitados en estos días.
Estimó que la cantidad de visitantes podría llegar a los 20 mil, ya que muchos de ellos viajaron en sus propios vehículos y acudieron a casas de amigos y familiares.
Refirió que un 90 por ciento de los turistas corresponde a peruanos de Chiclayo (Lambayeque), Trujillo (La Libertad), Piura, Amazonas y Lima, y el diez por ciento restante extranjeros de Alemania, España, Francia y Estados Unidos.
“Hubo un incremento considerable de turistas gracias a la promoción de Promperú y el trabajo del municipio de Cajamarca y el Patronato que difundieron el carnaval en Lima y el norte del país”, remarcó Montoya.
Indicó que existe el compromiso de Promperú para trabajar un plan estratégico destinado a fortalecer la fiesta popular de los carnavales en Cajamarca.
Cajamarca, ubicada al norte del Perú, cuenta con sitios turísticos importantes como el complejo de Baños del Inca, las Ventanillas de Otuzco y el Cuarto del Rescate.
El carnaval de Cajamarca concluye con el entierro del Ño Carnavalón, personaje central de esta festividad, en el distrito de Baños del Inca. (Andina)

Inolvidable desfile. Más de cinco horas paralizó Cajamarca en el tradicional corso de carnaval donde miles de turistas y pobladores cajamarquinos disfrutaron de la fiesta del Rey Momo, personaje que cada año aparece con contagiante alegría. Los mejores carros alegóricos, reinas de todas las provincias, trajes multicolor de las patrullas y comparsas, acompañado de la inconfundible música carnestolenda adornaron la vía de evitamiento recibiendo el aplauso de más 50 mil personas.
El desfile empezó a las once y media de la mañana con la delegación del Patronato, encabezado por el alcalde Emilio Horna. En su recorrido regalaron encendedores y carisma al publico que les retribuyó con un fuerte aplauso. En seguida apareció la delegación de la Policía Nacional, el Ejercito, y los principales barrios de Cajamarca que mostraron lo mejor de su creatividad.
La lluvia también se hizo presente y fue testigo del inolvidable ambiente de fiesta que compartieron propios y extraños. El ritmo a carnaval no tiene distinción desde el pequeño hasta el más vetusto disfrutó de la fiesta popular de este departamento.
El reloj marcaba las cuatro y media de la tarde y el desfile llegaba a su fin. El publico no quería moverse de sus asientos y apostaba por seguir compartiendo con el Rey de la Alegría, la celebración continúo hasta la madrugada y terminó, como estaba previsto, con la muerte del carnavalon. El martes 28 será el velorio y al día siguiente miles de personas acompañaran sus restos a su ultima morada en el distrito Baños del Inca hasta su retorno el próximo año.

Con alegría, colorido y mucha diversión Cajamarca recibe en estos días a miles de turistas de todo el país y del extranjero para compartir la tradicional fiesta popular: EL CARNAVAL, donde cientos de pobladores de todos los barrios exhiben lo mejor de sus trajes multicolores, la espontaneidad y el contagiante carisma único en la tierra del cumbe que ostenta el titulo de CAPITAL DEL CARNAVAL PERUANO.
Son las once de la mañana de hoy domingo 26 de febrero y el estadio Héroes de San Ramón luce un lleno total para apreciar el concurso de patrullas y comparsas. Desde muy temprano (seis de la mañana) los participantes llegaban a la inmediaciones para tomar su posición, aunque otros lo hacían con una semblanza típica de una noche de canto, baile y mucho licor.
Cajamarca es una fiesta, sus calles así lo demuestran, con jóvenes poseídos por el desbordante jubilo portan tambores, trompetas y panderetas entonando ritmos al estilo del indio Maita “Qué bonito es carnaval... qué bonito es carnaval... pal que lo sabe gozar” “Quieres carnavales, toma carnavales...y a los nueve meses, lavando pañales”.
Son las cuatro y media de la tarde y el concurso llega a su fin en medio de una prolongada lluvia que inmovilizó al público. Y es que la fiesta es única y no vale perderse un minuto de la contagiante alegría.
El anochecer no cambia para nada los planes, todo sigue igual con el mismo ritmo y “desenfreno”, pero mañana será otro día y el corso promete ser inolvidable.