miércoles, diciembre 19, 2007
Dos muertos y dos heridos deja vuelco de camión en Cajamarca
Dos personas fallecieron y otras dos resultaron heridas al volcar esta madrugada el camión cargado con mangos en el que viajaban de Chilete a Cajamarca, informaron hoy fuentes policiales.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Roger Guzmán Mendoza (22), chofer del vehículo, y Magda Plasencia Mostacero (49), dueña de la carga.
Los heridos, Willy Guzmán Mendoza (15), hermano del chofer; y Segundo Saldaña Romero (50), esposo de la comerciante, fueron auxiliados por personal de la Policía de Carreteras y pobladores, y posteriormente trasladados al Hospital Regional de Cajamarca.
Los cuatro ocupantes del vehículo, de placa WC 6549, fueron rescatados con vida, sin embargo, en el trayecto dejaron de existir el chofer y la comerciante.
Willy Guzmán señaló que el fatal hecho se registró a las 02:00 horas en el kilómetro 158 de la carretera de penetración a la costa, en el sector conocido como Chotén.
“Veníamos despacio y en una subida mi hermano perdió el control del carro. El peso hizo que retrocedamos y luego caímos al abismo”, comentó.
Según el diagnóstico del médico Fernando Cabrera, Guzmán presenta quemaduras de segundo grado ocasionadas por el radiador.
Por su parte, Segundo Saldaña, quien presenta algunas fracturas, narró que los cuatro viajaban en la caseta y que la ruptura de la dirección del camión ocasionó el accidente, siendo arrastrados por el peso de la carga a un precipicio de unos 50 metros, quedando el vehículo totalmente destrozado.
Hasta el hospital llegó el fiscal de turno Ramiro Díaz Del Castillo, disponiendo el traslado de los cuerpos sin vida a la morgue central de Cajamarca.
Los resultados de la necropsia indican que Roger Guzmán murió por traumatismo encéfalo craneano (TEC) grave, y Magda Plasencia por ruptura de caja toráxica con graves daños a órganos vitales.
La Policía informó que el camión contaba con la documentación en regla y que el exceso de carga habría ocasionado el fatal hecho, no obstante, indicó que las causas del accidente serán determinadas con las investigaciones.
Los hermanos Roger y Willy Guzmán Mendoza son naturales de la provincia cajamarquina de San Miguel, mientras que los esposos Madga Plasencia y Segundo Saldaña, del distrito de Chilete, provincia de Contumazá.(Andina)
Las víctimas mortales fueron identificadas como Roger Guzmán Mendoza (22), chofer del vehículo, y Magda Plasencia Mostacero (49), dueña de la carga.
Los heridos, Willy Guzmán Mendoza (15), hermano del chofer; y Segundo Saldaña Romero (50), esposo de la comerciante, fueron auxiliados por personal de la Policía de Carreteras y pobladores, y posteriormente trasladados al Hospital Regional de Cajamarca.
Los cuatro ocupantes del vehículo, de placa WC 6549, fueron rescatados con vida, sin embargo, en el trayecto dejaron de existir el chofer y la comerciante.
Willy Guzmán señaló que el fatal hecho se registró a las 02:00 horas en el kilómetro 158 de la carretera de penetración a la costa, en el sector conocido como Chotén.
“Veníamos despacio y en una subida mi hermano perdió el control del carro. El peso hizo que retrocedamos y luego caímos al abismo”, comentó.
Según el diagnóstico del médico Fernando Cabrera, Guzmán presenta quemaduras de segundo grado ocasionadas por el radiador.
Por su parte, Segundo Saldaña, quien presenta algunas fracturas, narró que los cuatro viajaban en la caseta y que la ruptura de la dirección del camión ocasionó el accidente, siendo arrastrados por el peso de la carga a un precipicio de unos 50 metros, quedando el vehículo totalmente destrozado.
Hasta el hospital llegó el fiscal de turno Ramiro Díaz Del Castillo, disponiendo el traslado de los cuerpos sin vida a la morgue central de Cajamarca.
Los resultados de la necropsia indican que Roger Guzmán murió por traumatismo encéfalo craneano (TEC) grave, y Magda Plasencia por ruptura de caja toráxica con graves daños a órganos vitales.
La Policía informó que el camión contaba con la documentación en regla y que el exceso de carga habría ocasionado el fatal hecho, no obstante, indicó que las causas del accidente serán determinadas con las investigaciones.
Los hermanos Roger y Willy Guzmán Mendoza son naturales de la provincia cajamarquina de San Miguel, mientras que los esposos Madga Plasencia y Segundo Saldaña, del distrito de Chilete, provincia de Contumazá.(Andina)
lunes, diciembre 17, 2007
Gracias por fortalecer mi fe en Dios...
Fue un sentimiento indescriptible al verla nuevamente después de algunos años. Fui agradecerla por escucharme siempre, por estar ahí todos los días, por iluminar mi camino cada vez que viajo por algún motivo y, sobre todo, fui agradecerla por permitir estar junto a mi familia en fechas como ésta: de paz, amor y solidaridad. Gracias por todo VIRGENCITA DE LA PUERTA, por fortalecer mi fe en Dios… Gracias!!!
Una emoción enorme fue aquel día que partimos a Otuzco. En esta oportunidad me acompañó mi madre, mi hermana, su esposo y mi sobrina. Llegamos poco más de las 10 de la noche del viernes 14, un mar humano copaban las calles y el sonido de los grupos de cumbia se alistaban a prolongar la fiesta esa noche.
Lo primero que hicimos fue buscar hospedaje. El intenso frío nos obligaba a recorrer las calles tocando varias puertas a ver si alguna se abría para descansar. Después de varios minutos, una amable señora del jirón Lima nos atendió en su vivienda que se hallaba en refacción. “Aquí pueden quedarse, si desean”, nos dijo. Nosotros encantados aceptamos.
Nos instalamos, dejamos las cosas y salimos a cenar. A esa hora (11:30 pm) la Plaza de Armas estaba repleta de gente, no se podía caminar. Más de medio centenar de castillos por todo el perímetro, globos aerostáticos iluminaban el cielo y las notas de bandas musicales amenizaban la “noche buena".
Luego de apreciar la quema de castillos ingresamos a la iglesia. La multitud se apoderó de los pasadizos, velas por todas partes, gente durmiendo cubierta con frazadas, bancas llenas y una inmensa fila de varias cuadras esperaban su turno para ingresaban al altar adorar a la “mamita”. Rostros de esperanza de estar junto a ella, de venerarla y agradecerla por algún milagro concedido.
Oramos hasta las 3 de la mañana, luego fuimos a descansar para regresar en unas horas. A las 9 de la mañana nuevamente regresamos a la plaza, desayunamos y nos unimos a la cola para venerar a la virgen. Eran las 10 de la mañana y cuando habíamos permanecido unas cinco horas en la fila y a pocos metros de ingresar, comunicaron que nadie más pasaba. La virgen estaba lista para salir en procesión. Al igual que nosotros, mucha gente se quedó afuera.
Nos permitieron el acceso a la misa. Ahí estaba ella, lista para descender a su trono y empezar a recorrer las calles derramando su bendición. Negritos, gitanos y miles de devotos aplaudían su presencia. COMO NO CREER EN DIOS, tema del puertorriqueño Germán Vélez, conocido artísticamente como WILKINS, entonó la banda a cada instante a la salida de la iglesia..
La imagen de la virgen se desplazaba por las principales calles de Otuzco, siempre acompañada por miles de fieles. Un gran número de personas llegaban y otros, como nosotros, teníamos que partir.
Cerca de las 7 de la noche del sábado 15, logramos abordar bus de regreso a Trujillo, después de una inmensa cola. Regresamos con la misma emoción, fortalecidos de fe en Dios, y con la misma devoción a la virgencita a quien pedimos nos siga dando su bendición.
Una emoción enorme fue aquel día que partimos a Otuzco. En esta oportunidad me acompañó mi madre, mi hermana, su esposo y mi sobrina. Llegamos poco más de las 10 de la noche del viernes 14, un mar humano copaban las calles y el sonido de los grupos de cumbia se alistaban a prolongar la fiesta esa noche.
Lo primero que hicimos fue buscar hospedaje. El intenso frío nos obligaba a recorrer las calles tocando varias puertas a ver si alguna se abría para descansar. Después de varios minutos, una amable señora del jirón Lima nos atendió en su vivienda que se hallaba en refacción. “Aquí pueden quedarse, si desean”, nos dijo. Nosotros encantados aceptamos.
Nos instalamos, dejamos las cosas y salimos a cenar. A esa hora (11:30 pm) la Plaza de Armas estaba repleta de gente, no se podía caminar. Más de medio centenar de castillos por todo el perímetro, globos aerostáticos iluminaban el cielo y las notas de bandas musicales amenizaban la “noche buena".
Luego de apreciar la quema de castillos ingresamos a la iglesia. La multitud se apoderó de los pasadizos, velas por todas partes, gente durmiendo cubierta con frazadas, bancas llenas y una inmensa fila de varias cuadras esperaban su turno para ingresaban al altar adorar a la “mamita”. Rostros de esperanza de estar junto a ella, de venerarla y agradecerla por algún milagro concedido.
Oramos hasta las 3 de la mañana, luego fuimos a descansar para regresar en unas horas. A las 9 de la mañana nuevamente regresamos a la plaza, desayunamos y nos unimos a la cola para venerar a la virgen. Eran las 10 de la mañana y cuando habíamos permanecido unas cinco horas en la fila y a pocos metros de ingresar, comunicaron que nadie más pasaba. La virgen estaba lista para salir en procesión. Al igual que nosotros, mucha gente se quedó afuera.
Nos permitieron el acceso a la misa. Ahí estaba ella, lista para descender a su trono y empezar a recorrer las calles derramando su bendición. Negritos, gitanos y miles de devotos aplaudían su presencia. COMO NO CREER EN DIOS, tema del puertorriqueño Germán Vélez, conocido artísticamente como WILKINS, entonó la banda a cada instante a la salida de la iglesia..
La imagen de la virgen se desplazaba por las principales calles de Otuzco, siempre acompañada por miles de fieles. Un gran número de personas llegaban y otros, como nosotros, teníamos que partir.
Cerca de las 7 de la noche del sábado 15, logramos abordar bus de regreso a Trujillo, después de una inmensa cola. Regresamos con la misma emoción, fortalecidos de fe en Dios, y con la misma devoción a la virgencita a quien pedimos nos siga dando su bendición.