prensa virtual

A 23 días de la contienda electoral un gran porcentaje de electores, como era de preverse, aún no han decidido por quién votar. La mayoría prefiere no hablar de política porque se sienten decepcionados, no les interesa la estrategias ni malabares de los candidatos que desesperadamente buscan captar esos votos que, al final, inclinaría la balanza el día decisivo.
La gente está cansada de los mismos rostros y las mismas promesas de siempre. Ni el novedoso reguetón, el estilo huachafo de Tongo o el cambio de ritmo del chino por un tono más juvenil a despertado esa sensación expectante de la campaña; no obstante mantiene esa tradición de una inversión millonaria de los candidatos tanto en radio, televisión, diarios, revistas, pancartas, volantes, perifoneo, etcétera, todo por alcanzar el poder.
Los electores perciben que a ningún candidato le interesa la situación deprimente que viven muchos peruanos: hambre, pobreza, miseria y abandono, una realidad difícil de cambiar. Entonces, ven en estas elecciones la continuidad maquillada elegantemente por desesperados postulantes a la presidencia y al Congreso, una pugna por llegar al poder y vivir cinco años disfrutando de buen sueldo y otras bondades a costa del esfuerzo y sacrificio de todos.
La situación preocupa porque los indecisos son más del 40 por ciento y todo indica que se mantendrá hasta el día de la votación, aunque esta multitud incentiva y da un respiro a los candidatos “chicos” que esperan con optimismo esos votos que darán la sorpresa el 9 de abril.
Pero, estos candidatos que aparecen en las encuestas de la mitad hacia atrás parecen haber interpretado con acierto el criterio de la gente, porque entienden que no es necesario, al margen de los pocos recursos que poseen, invertir cantidades de dinero en una campaña donde no van a obtener resultados positivos.
Y es que la gente, por más propuestas positivas que haya, está convencida que, quien gane las elecciones no cambiará en nada su situación, igual seguirán con su rutina diaria de trabajar todos los días para llevar el sustento a su familia. Por eso, cuando una vez más le preguntan por quién votarán el nueve de abril, la mayoría simplemente no sabe…no opina.